El 21 de febrero de 1552, se colocó la piedra angular y se inició la construcción del convento y la iglesia de S. Angelo. Por encargo del gobernador Ferrante Gonzaga, la iglesia reemplazó a la iglesia del mismo nombre que había sido demolida, ya que estaba en la ruta planeada para las nuevas murallas de la ciudad. Domenico Giunti, creador del proyecto, diseñó una iglesia con la forma de una cruz latina que consiste en una sola nave bajo un techo abovedado decorado con motivos geométricos. A lo largo de los siglos, las numerosas capillas a los lados del pasillo se enriquecieron con muchas obras de arte que luego se perdieron después de la supresión. También el convento, que originalmente tenía tres claustros, cada uno decorado con ciclos importantes de pinturas, fue destruido después de la supresión: de hecho, un claustro fue utilizado como un hogar privado y otros dos fueron demolidos debido a su estado de ruina. El monasterio actual fue construido en el siglo pasado por el arquitecto Giovanni Muzio.
Durante el período de las dos supresiones en el siglo XIX, el convento de Sant'Angelo fue desalojado y el Estado asignó las salas al Tribunal Militar, por lo que la gran iglesia se convirtió en un establo para caballos. El complejo fue redimido en 1922.
En la frondosa plaza frente a la iglesia se encuentra la fuente de S. Francesco hablando con los pájaros. El monumento está decorado con los versos del Cántico de todas las criaturas.