Museo Teatro alla Scala

Largo Antonio Ghiringhelli. (Abre el mapa)
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Descripción

La identidad de La Scala en el siglo XIX puede verse a partir de las impresiones y objetos de la época en esta colección tan inusual.
El museo consta de una serie de colecciones, pero las exposiciones que se exhiben en las salas finas son solo una pequeña parte del patrimonio completo, la mayoría de las cuales se conserva en archivos para uso de los estudiosos. No obstante, la historia del teatro se puede explorar en los retratos, bustos y objetos vinculados a los cantantes, músicos y directores que contribuyeron a la fama mundial de La Scala.
Hay retratos de Giuditta Pasta, la musa de Bellini, con sus lánguidos ojos hacia arriba, y de Malibran con un traje legendario para la Desdemona de Rossini en 1834. Hay bustos del coreógrafo Viganò y el tenor Tacchinardi. La pluma de Boito, el reloj de Puccini y las gafas de Rossini. Hay muchas piezas de los recuerdos de Verdi, como la primera espinela que tenía el compositor, la partitura manuscrita del "Réquiem" por la muerte de Manzoni, una carta a Boito que anunciaba que había completado Otello y el piano de cola del compositor. Hay muchos más artículos curiosos: rizos del cabello rubio de Bellini, rizos oscuros de Mozart, un molde de la mano de Chopin y otro de la divina Eleonora. También hay exposiciones sobre la diva Maria Callas y el legendario Pavarotti.
El núcleo central de las exposiciones del Museo sobre la ópera occidental proviene principalmente de la colección acumulada por Giulio Sambon, un experto en antigüedades de Nápoles aunque de origen francés, y un espectador habitual en La Scala. Se mudó a Francia a principios del siglo XX y decidió subastar su colección en 1911. Se fundó un comité de emergencia en Milán para recaudar una cantidad suficiente de dinero, que incluía la Municipalidad, el Gobierno y muchos donantes privados. Las negociaciones se realizaron por carta y telegrama, y ​​por medio de un viaje a París. La cifra inicial era de 700,000 liras (una suma muy grande en ese momento), y el comité logró reducir esto a 450,000.
Hay un retrato de Barbaja, quien era el manager de Rossini. Su fama se debe en parte a una forma de chocolate caliente que todavía es una especialidad en Milán: la barbagliata.
Una de las exhibiciones en el Museo de La Scala es una espineta del siglo XVII, con una advertencia sobre el teclado, "Mano inesperta no tocada", (no debe ser tocada por manos inexpertas), hecha por Onofrio Guaracino. La cubierta de la caja de sonido fue pintada en 1669 por Angelo Solimena, un pintor experto de Salerno.
La ubicación de los archivos del museo incluye el hogar de los músicos de la Fundación Giuseppe Verdi, así como las colecciones abiertas al público.