La elegancia, el rigor y la "limpieza" de sus formas hacen de este edificio uno de los tesoros arquitectónicos de la ciudad. El trabajo de Giuseppe Piermarini, Palazzo Belgioioso es considerado uno de los mejores ejemplos de arquitectura neoclásica en Lombardía. Para los visitantes observadores y los simples transeúntes por igual, tiene la apariencia de una gema "puesta" en el centro de Milán. El modelo del arquitecto fue el Palacio Real de Caserta, de Luigi Vanvitelli. La fachada cuenta con una capa inferior "rustica", un revestimiento de paredes típico de la arquitectura renacentista, con dos pisos más arriba. Muchos de sus detalles merecen atención, como la monumental escalera decorada con jarrones de cáliz tradicionales.
Alberico XII de Belgioioso d’Este, quien encargó el edificio, fue un importante coleccionista de libros y arte. Hizo de esta casa un salón cultural frecuentado por ilustres artistas y escritores de la época, como Parini y Foscolo.
No te pierdas la fachada, con no menos de 25 ventanas, así como ventanas de puertas con balcones de balaustrada y bajorrelieves espléndidos. Estas decoraciones originales fueron diseñadas por Piermarini. En la planta principal hay una capilla con planta de lóbulos centrales.